Otra historia que contar

Micaela Fumagalli

¿Qué es el psicoanálisis? Es la pregunta por excelencia que guía la orientación y enseñanza iniciada con Freud, continuada por Lacan y sostenida en la actualidad. El intento por responderla parecería ser trunco, ya que no hay algo que pueda decirse y que clausure, por su efecto, este interrogante fundamental. Ahora bien, justamente por ello, la invitación es a animarse a decir algo, y vemos cómo, en ese intento, se entrama la propia singularidad, la experiencia y teoría psicoanalítica.
Es así como, al detenerse en esa pregunta, es conveniente transformarla en ¿qué es un psicoanálisis? Uno cada vez. Cuya respuesta podría ser aprehendida en acto por cada cual, con la paradoja de apresarla a la vez que se escapa.

Haciendo referencia a ese entramado entre la teoría y la práctica, se puede comenzar diciendo que el psicoanálisis es una praxis cuyo inicio está motivado principalmente por algún malestar que lleva a una persona a consultar, lo cual abre una oportunidad para hablar de ello y demandar estar mejor.
Se inicia así, en los espacios de sesión, un trabajo de valorización de la palabra, que es el instrumento clave de un análisis. Labor de construcción y revisión de la historia del sujeto por la palabra, que hace emerger así una narrativa que se enuncia y que el analista empuja por hacerla escuchar. Pero ¿qué es lo que debería ser escuchado por el paciente?
En esos enunciados se vislumbra, una y otra vez, cómo es el propio sujeto quien escribe el guión de una misma escena, y la repite sin parar, sin pensar, sin detenerse en su propia posición. Crónica de un desenlace anticipado que sentencia al sujeto a una muerte sentida.

John Everett Millais-Ophelia
John Everett Millais-Ophelia

«Hay algo en mí mismo que anda solo y me hace padecer, en ese mismo armado escénico que configura realidades con efectos de verdad. Una encrucijada avecina ¿víctima o actor principal?».


Es esa enunciación la que tiene un papel fundamental para el sujeto, la cual está anudada a aquel material significante con que se fue esperado y hablado por el Otro en el origen: esas palabras, anhelos, anécdotas… Pero más significativo aún es lo que uno hizo y hace con eso. Este punto es un primer descubrimiento clave en la experiencia del sujeto en un análisis: la escucha de su propia posición subjetiva en eso que se relata.

Retomemos nuestra pregunta para intentar responderla una vez más: ¿qué es un psicoanálisis? Un tratamiento, por la palabra, de eso que no anda para alguien, vislumbrando las respuestas asumidas por el sujeto hasta ese momento. Es una experiencia única, singular, que propicia habitar el encuentro con ese sí mismo, hasta entonces desconocido en sus causas y, sin embargo, presente por sus efectos. Inhibiciones, síntomas, angustias, o como se quiera llamar según las formas que tome, que van de las más variadas y particulares manifestaciones. Aquello –inconsciente– se presenta como una falla que hace tambalear hasta el más arraigado de los sentidos asumidos, a la vez que muestra cómo sería posible hacer otra cosa con ello.
Es este otro momento bisagra, el cual implica dar un salto hacia un análisis verdadero, comenzar a hacerse cargo de esa parte de uno mismo que parece andar sola y arrastrarnos. Sujeto dividido entre aquello que parecería saber y lo que desconoce; sujeto que vacila o decide firmemente. ¿Qué hacer con eso? ¿Qué otra cosa es posible hacer con eso, que conlleve un vivir mejor? Una mejoría en el sentido de poner en juego una elección que no sea la repetición de lo mismo, que conlleva sufrimiento, la posibilidad de innovar con los elementos de la propia realidad para contar otra historia que permita contemplar las sorpresas de eso que no se sabe.
Una historia otra que no pretenda repetir la misma escena escuchada y enunciada una y otra vez, sino aquella en la que uno se asume escritor, contemplando las no garantías del qué pasará. Desviarse del inicio y la meta supuesta estipulada, crear la posibilidad de jugar con la relatividad de las palabras, dejándose sorprender, motivados por el deseo que mueve a renacer.

Un psicoanálisis es, fundamentalmente, una oportunidad, una invitación a atreverse a contar y optar por otra historia, viva, novedosa y gratificante. Que ya no funcione como aplastante para ese sujeto, sino como un instrumento de propia lectura flexible, admitiendo los cortes, agujeros y discontinuidades de la vida humana. Construyendo así otras verdades subjetivas que habiliten maneras distintas de habitar el mundo.


Daniel Bilmes Ascending into the unknown
Daniel Bilmes, Ascending into the unknown