Sigmund Freud, psicoanalista en la montaña

Hoy se cumplen 169 años del nacimiento de Freud
 
En unas vacaciones del año mil ochocientos noventa y tantos, Sigmund Freud fue de paseo a los Hohe Tauern «para olvidar por un tiempo la medicina y las neurosis». Se desvió del camino principal para ascender a un monte famoso por la belleza del paisaje que ofrecía. Una vez alcanzada la cima, tras dura ascensión, se le acercó una joven de dieciocho años para pedirle hablar, porque había visto que él era médico y a ella le estaban pasando cosas que quería tratar. Esa joven era Katharina, y su caso puede leerse en Estudios sobre la histeria.
Pero lo interesante de esta historia no es que esta joven haya decidido consultar a más de dos mil metros de altura, en medio de unas vacaciones. Lo interesante es que Freud, fiel a sí mismo, aceptó el pedido de la buena manera y la escuchó, dándole lugar a algo que no hubiera aparecido de otra forma. Freud no se encerró en un protocolo, en un encuadre, en un espacio pulcro y pretendidamente controlado o en un diván. Siempre señalaremos que lo más importante del descubrimiento de Freud fue su propia posición ante ese descubrimiento. Esa posición es, redondamente, la que propició el descubrimiento mismo. No retrocedió ni buscó excusas, y cuando algo no andaba, cuando algo trastabillaba, lo admitía para ver qué se podía hacer. No retrocedió jamás ante ello.
Tomemos eso siempre, imitemos eso. Es la manera de hacer útil el ser freudianos.
Freud siempre enseña algo nuevo desde el coraje.
 
¡Muy feliz cumpleaños Sigmund Freud!

13 de abril, 1901

13 de abril. Aniversario del nacimiento de Jacques Marie Émile Lacan.

Hace 122 años nació en París, y, a partir de una lectura rigurosa de Freud transmitió un estilo y orientó a un psicoanálisis que se hallaba perdido por los vacíos caminos del yo. Lacan ha sido acusado de amo, de esclavo, de diva, de rey, de dictador, de todo. Él, sabiendo el camino del héroe, avanzó solo. Dejó un legado, una enseñanza de la que cada uno debe apropiarse, enseñanza que indica una incompletud que uno mismo puede continuar.

Cuando se habla de obra se habla de Freud, cuando se habla de enseñanza se habla de Lacan. El movimiento de Lacan sigue los movimientos de un análisis, pasó por los tres registros, y volvió sobre ellos. La enseñanza de Lacan es una banda de Moebius, es infinita y nueva cada vez. ¿Cuál es la manera de continuar con su propuesta? Imitarlo en su posición, apropiarse del estilo propio, no copiando el de Lacan. Tomar eso que él transmite que va más allá de lo escrito y que se escucha.

Desde aquí celebramos su nacimiento y tomamos sus palabras.

Nosotros nos descubrimos lacanianos.

Mercedes Ávila


13 de abril

Sigmund Freud

 
06 -05- 1856 / 23 -09- 1939
 
Hoy se cumple un nuevo aniversario del fallecimiento de Sigmund Freud. ¿Qué decir que no se agregue a la serie de miles de cosas que siempre se dicen de él? Tal vez lo más evidente: nos queda el desafío de atrevernos a ser como Freud, en su posición, la de no retroceder frente al psicoanálisis mismo.
Freud puso en juego su práctica, sus errores, no tuvo miedo de hacerlo. Y fue así como se convirtió en el creador de esta experiencia que muchos atravesamos.
Freud expuso y se expuso, rectificó cuando fue necesario. Estuvo atento a los hechos, no se encaprichó: “toda teoría es gris, caro amigo, y verde es el árbol de oro de la vida” citaba una y otra vez.
Soñó con un psicoanálisis científico, sin embargo, la respuesta vino por el lado de la poesía. Nunca fue mejor entregado el premio Goethe. ¿Qué importan los Nobel capitalistas, moralistas, cobardes y caprichosos?
Nos queda a nosotros, aquellos que nos inscribimos dentro de su legado, aceptar el reto, sostener esa posición, no dormirnos en las falacias y las cobardías.
Lacan lo hizo, no retrocedió. Así fue freudiano y nos volvió lacanianos.
A ochenta y dos años de la muerte de Freud la puerta sigue abierta. Hay que atreverse a cruzarla.
 
Mercedes Ávila
Sebastián Digirónimo
Fotografía de Sigmund Freud fumando en 1922, por Max Halberstadt.